Campag ha participado en una serie de reuniones auspiciadas por la European Clusters Alliance con organizaciones de Ucrania para conocer sus necesidades y tratar de buscar formas de colaboración con el sector agrario ucraniano.

Una de las consecuencias de la guerra de Ucrania es la reducción de las superficies de cultivo, por lo que necesitan maquinaria que pueda ser más eficiente para poder aumentar su productividad en menor espacio. Esta es una de las necesidades que los representantes de diversos clústeres del sector agroalimentario ucraniano han trasladado a los representantes de clústeres de la Unión Europea en diversos encuentros telemáticos en los que ha participado Juan Manuel Castell, gerente del Clúster Aragonés de los Medios de Producción Agrícolas y Ganaderos (Campag).

Las necesidades del campo ucraniano abarcan todos los sectores, desde la apicultura hasta los productos lácteos, pasando por el secado de frutas. "También nos han pedido apoyo en materia de consultoría ya que, hasta que estalló el conflicto, Rusia era el principal mercado de Ucrania. Ahora necesitan exportar esa producción a otros países, pero en muchos casos las normas de producción, de etiquetado, de certificación o de seguridad alimentaria son diferentes y allí se desconocen", detalla el cluster manager de Campag.

Asimismo, tienen dificultades para mantener la producción avícola ya que muchas de las granjas de este sector han sido destruidas o han dejado de ser operativas por el conflicto. La agrupación mayoritaria de este sector, que supone el 15% de la producción de Ucrania, ha perdido el 70% de sus instalaciones. También necesitan contactar con fabricantes de envases, por ejemplo, de lácteos, ya que "siguen produciendo y empaquetando, pero con sistemas y materiales más antiguos y menos sostenibles", señala Castell.

Y es que, pese a estar viviendo un conflicto bélico, "los ucranianos tratan de seguir con su vida. Están en esa fase en la que tienen que seguir con su vida, siguen cultivando, yendo a las oficinas… eso es lo que nos decían desde los clústeres del país. Es algo muy impactante y que quisimos reconocerles", añade.

Tras haber mantenido esta serie de encuentros, el Clúster Aragonés de los Medios de Producción Agrícolas y Ganaderos se encuentra en una fase de "prospección" entre sus socios para ver con qué y de qué manera pueden contribuir con el campo ucraniano. "Hay muchísimo interés y sensibilidad, pero también hay que reconocer que las empresas tienen que analizar profundamente todos los factores antes de tomar decisiones".

Estas reuniones, ‘on line’ y previo registro por motivos de seguridad, se han celebrado por iniciativa de la European Clusters Alliance, una unión de organizaciones como clústeres nacionales, agencias públicas, universidades, empresas… "Surgió con motivo de la pandemia para hacer un mapeo de los recursos con los que contaba Europa para afrontar esta situación", explica Castell. "Cuando estalló la guerra en Ucrania, hubo una gran ola de solidaridad, pero decidimos preguntarles a ellos qué necesitan para ser lo más efectivos posible y dos días después del comienzo de la guerra, nosotros tuvimos la primera reunión", recalca.

Para Campag, estar integrado en la European Clusters Alliance supone "una ventana bidireccional, tanto para conocer a clústeres de toda Europa, de todos los sectores y aprender de ellos, como para que ellos nos conozcan a nosotros, tengamos esa visibilidad y podamos crear sinergias para concurrir a proyectos europeos o facilitar relaciones comerciales directas para nuestros socios", incide Juan Manuel Castell.

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