Empresa de adhesivos Albal, Valencia |La empresa de Albal que echa España de etiquetas |Las Provincias

2022-07-29 09:37:39 By : Ms. Jing Lin

Un hombre muere apuñalado cuando abría la persiana de su bar en Valencia

Alberto Sánchez con algunas de sus impresoras y etiquetas que trabaja. / LP

Un viaje a una feria de negocios en Alemania le cambió la vida a Alberto Sánchez. El joven valenciano descubrió una máquina con la que labrarse un camino en solitario y gracias a este hallazgo y a su visión empresarial está logrando el éxito. Creó la compañía MR adhesivos, con sede en Albal, especializada en soluciones para el etiquetado y ya factura 1,8 millones de euros en un sector donde se ha convertido en referente en España.

Al acabar la carrera de Ingeniería Industrial Alberto empezó a trabajar en una consultoría de gestión de color, centrado en el embalaje de productos. «Allí vi que en el mundo de las etiquetas había carencias y que era difícil pedir pequeñas cantidades si una empresa necesitaba».

Hasta que llegó ese viaje a Alemania. «Vi una máquina que ahora vendemos nosotros, y supe que era un producto que podía comercializar y encontrar nicho de mercado», explica. Se trata de una impresora que permite a una empresa imprimir en alta calidad las etiquetas que necesite, sin hacer pedidos de miles de ejemplares que luego les sobran. «Vendemos impresoras a los clientes por toda España y también en Francia y Portugal, para que ellos se impriman sus propias etiquetas, y si necesitan un pedido de cantidades muy grandes las hacemos nosotros», señala.

Para ello ha invertido en maquinaria. «Nuestras máquinas son industriales, miden 14 metros, pero no me sale muy rentable imprimir pocas, puedo hacer 200.000 etiquetas pero no dos o tres mil, para eso mejor que se lo impriman con la máquina que les vendo. De esa manera damos todo tipo de servicio», indica. «Este concepto lo hemos trasladado al mundo de la etiqueta, y hace unos años era muy novedoso, así que yo vi esta necesidad, la gente a veces necesitaba imprimir sólo 200 etiquetas y con esto se puede».

Consultoría. Tras acabar la carrera trabajó en una empresa de embalaje y etiquetado que le hizo iniciarse en el sector donde ahora triunfa.

Emprende. Descubrió una máquina en una feria en Alemania y decidió montar la empresa MR adhesivos él solo.

Éxito. La compañía no ha parado de crecer y cada año multiplica los beneficios del ejercicio anterior.

Así que con 26 años se aventuró, dejó su trabajo y montó su empresa MR adhesivos. «Me tiré a la piscina, pedí un préstamo y empecé poco a poco con clientes que ya conocía, y hasta ahora, que tengo una red de máquinas con más de cien por toda España, cinco máquinas de fabricación de etiquetas y 12 trabajadores», dice Alberto, que ahora tiene 33 años.

Creó el negocio en solitario, aunque la ayuda que recibió no la olvidará nunca. «Le puse MR por las iniciales del padre de la chica con la que estaba, él fue quien me avaló para montar la empresa. No tengo relación con mis padres y él me apoyó, y quise agradecerle así la confianza».

Desde el primer momento contrató a una persona que fabricara las etiquetas y Alberto se dedicaba a venderlas y captar clientes. «Yo me centré en que sabía que había una necesidad en el mercado y que podía funcionar. Intento dar el mejor servicio, no fallar en plazos y la gente eso lo ve, a día de hoy en siete años no hemos perdido clientes, sino que vamos creciendo, es nuestra cultura de empresa».

De hecho algunos de sus clientes son grandes compañías como Istobal, Power Electronics o Isaval. «Desde el primer año dimos beneficios y la inversión se ha ido pagando. Ahora estamos en 1,8 millones de facturación, de los 150.000 euros que tuvimos el primer año. Cada año aumentamos un 35% con respecto al ejercicio anterior», destaca.

Precisamente en la pandemia es cuando más ha crecido su empresa. «Toda la gente compraba cosas que necesitaban etiquetas, tuvimos que trabajar incluso los fines de semana, nos hizo aumentar muchos clientes», recuerda.

Y el actual problema de abastecimiento por la falta de materias primas a causa de la guerra en Ucrania también le ha hecho posicionarse mejor que la competencia. «Hace un año compramos mucho material y por eso estamos consiguiendo clientes con los que otras compañías están fallando. Vi venir esta crisis de materias primas porque en China empezaron a fallar algunos materiales, por eso cuadruplicamos nuestro stock en el almacén y ahora damos servicio».

Es por ello que van a ampliar su sede en Albal y adquirir la nave contigua, que hará una superficie total de 1.800 metros cuadrados en la empresa. «Este año llevamos ya un 42% de crecimiento con respecto al año pasado, estoy orgulloso de ello».